martes, 3 de octubre de 2017

Sorpresas de la Noche.

Pocas son las veces que aguanto a que oscurezca pues vivo lejos de la costa, pero en una de esas poquitas veces, tuve la fortuna de toparme con este misil, que tras una picada de las que hacen historia, y tras una larga pelea, en la que no sabia que se podía tratar, si una corvina, una chova gigantesca o cualquier otra cosa, al final resultó ser uno de mis queridos escualos, una alegría enrome, tanto para mi, como para el, ya que fue al agua sano y salvo.