La verdad sea dicha, Diciembre no empezó como cualquier otro diciembre, las altas temperaturas y los continuos levantes, aun nos dejan el agua a una temperatura media de unos 17/18º esto hace que no sea raro que aun veamos Doradas, pero sin embargo, esta fue de sorpresa, en un pedregal bastante grande, y sin claros de arena cercanos, lo ultimo que me imaginaba fuese que con las cañas ya recogidas, solo 1 en acción de pesca, cambiándome el vadeador, y estando casi como dios me trajo al mundo, vea la caña marcar la picada, y tener que salir corriendo con unos simples calzoncillos... jajajaja
Desde el primer momento, empecé a notar los cabezazos, mi compañero Roberto, un nuevo loco en mis aventuras, me preguntaba si era bueno, y yo le respondía que era un pepino, y que no quería decir nada... pero esos cabezazos solo podrían tratarse de una buena dorada... tras una pelea increíble, nada que ver con las del mediterráneo, esta fabulosa dorada, bien pago su honor, y aunque es muy muy buena, realmente pensaba que se trataba de mi mayor logro, pero no, estaba bien alimentada y muy fuerte.
